Los peruanos hemos convertido a las conservas de pescado en un tradicional producto alimenticio ya que es fácil de conseguir y ahorra tiempo de preparación. Pero en los últimos años su proceso de producción ha sufrido bajas debido a que desde el 2008 se redujo la presencia de jurel y caballa en nuestro litoral, situación que se agudizó durante el 2010. La anchoveta también escaseó el año pasado, debido a los problemas climáticos que alteraron sus ciclos reproductivos. Estos fenómenos determinaron que los empresarios buscaran salidas a la ausencia del recurso pesquero.
Una de ellas fue la producción de conservas de pescado alternativas como las de anchoveta, que desde su promoción ha ido en aumento en cuanto a su demanda. Otra es la importación de pescado que el año pasado ascendió a 59 mil toneladas de productos pesqueros, esto fue un 60% más que en el 2009, sobre todo de jurel y caballa. Sin embargo, el Ministerio de la Producción ya anunció a fines de marzo que la población de anchoveta es abundante, como la aparición de la población de jurel.
En cuanto a las tendencias del mercado, la conserva de anchoveta es el futuro del sector. Darle valor agregado al recurso marino será la tarea pendiente de la industria en los próximos años.